Sexo en tiempos de crisis

En estos tiempos de crisis parece que todo se resiente, incluido el sexo. Y es que una cosa lleva a la otra o, más bien, deja de llevar.

El problema sexual más habitual ahora mismo es la falta de deseo, y es fácil adivinar las causas. Si estamos en paro, la inactividad se nota en todos los aspectos de nuestra vida y, además podemos notar una gran falta de autoestima, lo ultimo que apetece es “ponerse en plan sexy”. Si conservamos nuestro empleo, seguramente estemos muy presionados, estresados y agobiados…en resumen, se nos olvida pensar en el sexo. Y, por supuesto, no solo me refiero al sexo en pareja, es que no pensamos ni en disfrutar solos.

Como siempre, todo está en la cabeza, basta con esforzarnos en encontrar un momento para nosotros mismos, de no pensar en nada y de disfrutar, nos merecemos un momento de velitas y masaje. Es posible, en el caso de tener pareja, que estemos descuidándola sin darnos cuenta y también es probable que nos estemos cuidando poco nosotros también.

Hay otros problemas sexuales que van cobrando importancia en estos tiempos, todos derivados de “tener la cabeza en otra parte”. Los hombres pueden quejarse de dificultades para mantener la erección, antes de recurrir a la Viagra deberían plantearse si realmente ponen toda su mente en recibir los estímulos sexuales, cuidado, no en pensar en su erección. No tiene nada de místico ni mágico, es que si estamos pensando en aquel informe por entregar o midiendo el tamaño que va adquiriendo el pene, no dejamos que las señales eróticas lleguen al cerebro y produzcan la esperada respuesta. Una vez más, relax…y si vemos que no es posible, que no somos capaces de dejar los temas del trabajo fuera de la cama, ¿porque no tratamos de disfrutar de nuestro cuerpo y el de nuestra pareja sin necesidad de erección? Será por cm de piel plagaditos de terminaciones nerviosas que acariciar, besar, masajear, chupar…

Las mujeres se quejan más, después de del bajón de libido, de la dificultad para llegar al orgasmo. Vamos a aplicarnos el mismo cuento que ellos, ya sabemos que el estar pensando “no llego, verás como al final no llego” no ayuda para nada y el 100% de las veces que hacemos esas predicciones acertamos tristemente, recordar si nos hemos dejado algo por hacer en la oficina tampoco soluciona nada. Tratemos de relajarnos lo más posible y de sacar partido a todo nuestro cuerpo. Además, quitémosle importancia al orgasmo, está estupendamente, no digo que no, ¿pero es que no disfrutamos del resto de la relación? Si vamos haciéndonos conscientes de cada momento de la relación sea o no genital, sea con pareja o con nosotros mismos, os garantizo un sexo mucho más satisfactorio y, seguramente, un final orgásmico.